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Concierto. ASIA. 22 de Mayo de 2008

ASIA. 22 de Mayo de 2008. Sala Macumba. Madrid

Hubo una época en el mundo del rock en la que un puñado de superdotados se juntaban para crear grupos que harían historia. Grandes bandas que merecían el apelativo de “Superbandas” por la calidad de sus intérpretes, por su genialidad compositiva e interpretativa, por estar más allá de los avatares de un grupo de Rock. Si pensamos en una de las más grandes de todos los tiempos, nos viene sin duda a la cabeza ASIA. Tan sólo presentar a sus miembros es un ejercicio de historia musical: Steve Howe, antiguo guitarrista de YES y considerado uno de los mejores guitarras de la historia, John Wetton, bajista y vocalista de King Crimsom, Geoff Downes, teclista de Buggles y de YES y Carl Palmer, simplemente uno de los baterías más grandes que ha dado el mundo. Cuatro pesos pesados para un grupo con una historia compleja por todos los miembros que han ido jalonando su formación, pero que por fin teníamos oportunidad de ver en Madrid. La formación que grabara el mítico primer disco del año 82, por fin en nuestro país.


Las diferencias con los conciertos de rock a los que estamos acostumbrados se notaban nada más franquear las puertas de la Sala Macumba. Una media de edad mucho más alta, muchas más canas de lo acostumbrado y madurez con ganas de rememorar clásicos inmortales se mezclaban, todo hay que decirlo, con muchos Heavys que siempre han mantenido a ASIA entre uno de sus grupos más respetados. Gran entrada que rozó el lleno para que con puntualidad exquisita un “speaker” avisara a la audiencia de la prohibición de fumar durante todo el show. Hay que recordar que John Wetton sufrió una gravísima enfermedad hace un par de años por la que fue operado a corazón abierto y no descarto que fuera una de las razones para casi exigir el apagado de los cigarrillos.

Sonaba la Introducción y los músicos aparecían sobre las tablas en un escenario que resultaba mucho más grande de lo habitual en Macumba. Sin duda cuando las estrellas quieren, son capaces de hacer que hasta un escenario pequeñito se convierta en el mayor de los auditorios. Los acordes de “Daylight” nos abrían paso a dos horas que resultarían absolutamente fantásticas. Los sonidos del teclado imposible de olvidar de “Only time will tell” hicieron poner los pelos de punta a más de uno, mientras que la voz de Wetton sigue manteniendo sus tonos aterciopelados de antaño. Y qué decir de Steve Howe. La imagen menos rockera que podamos imaginar, ultra delgado, sin apenas pelo, enfundado en una camisa imposible y unos pantalones que acentúan aún más su figura, es el auténtico encantador de serpientes. Con una facilidad pasmosa, acariciando el mástil de su eterna Gibson, transportó a todos los que allí no podíamos ni pestañear a otra dimensión.


Disfrutar a ASIA es descubrir las esencias del sinfonismo y los orígenes del rock progresivo, de eso no cabe duda. Pero con unos músicos tan superlativos, poco se puede añadir más que el cóctel no permite casi ni tararear las canciones, sean “Never Again” o “Roundabout”. También podemos permitir los largos solos, recuerdos a YES, y desear que Palmer comience a dar una lección magistral de toque de batería a la manera clásica. “The smile has left you eyes” y especialmente “Open your eyes” continuaban desencadenando la locura aunque el momento en el que descargaban la versión de uno de los temas más misteriosos que se han escrito en el Rock, “Court of Crimson King” nos mantendría absolutamente en tensión. Qué voz, qué guitarras, qué teclados, qué batería, qué sonido, en definitiva. Y de ahí a la diversión con el recuerdo a “Video Killed the radio star” de Buggles. Quién diría que tantos rockeros corearían juntos el “Agua, Agua”. Simplemente genial, con Wetton arengando al público con un megáfono y Howe ya sonriendo y mucho más cercano en su ser etéreo.

El final llegaba tras dos horas de sensaciones intensas, pero quedaban todavía “Heat of the momento” y la imprescindible y fiestera “Sole survivor” para recordarnos que, sí, era cierto, allí estaba la leyenda y nosotros habíamos tenido la oportunidad de disfrutarla.

Texto y Fotos: Fernando Checa. Publicado previamente en Solo-Rock