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Concierto. Michael Schenker Group. 30 de octubre de 2008

Michael Schenker Group. La Riviera. 30 de Octubre de 2008

Poder volver a ver a Michael Schenker en directo es una auténtica gozada. Especialmente después de que a lo largo de los últimos años parecía que poco a poco la estrella del rubio guitarrista alemán iba apagándose. Ya nos demostró con su regreso discográfico que todavía había que contar con él, especialmente al reincorporar la clásica voz de Gary Barden. También había dado muestras de recuperación en su anterior visita a la capital de España. En Bilbao, el pasado verano, atisbamos un Schenker cada vez más integrado con la banda y por fin de nuevo en Madrid, iba a demostrar que su calidad y feeling como guitarrista no debería ser discutida por nadie.

Una lástima que la Sala Macumba no presentara una mejor entrada, pero la avalancha de conciertos en noviembre y la venta de entradas de AC-DC y Metallica seguro que pasaron factura, de forma que nos vimos muchos menos de los esperados en la sala de Chamartín, aunque en cualquier caso esto supuso que el concierto resultara cómodo de ver y de disfrutar. Sin grupo telonero, simplemente la vieja MSG dispuesta a movernos desde el comienzo, recordando grandes clásicos de todas sus épocas y a presentar también algunas canciones de esa estupenda obra que es “In the midst ob beauty”. Con Gary Barden en las voces, el estupendo Chris Slade, convertido en una máquina de aporrear tambores pese a lo frágil de su apariencia, y un gran Chris Glen, inmenso tanto en lo físico como en su labor en el bajo, unidos al mejor complemento pasible de Michael, Wayne Finlay, la banda que se presentaba en los escenarios ofrecía calidad a raudales y no iban a defraudar en ningún momento.

El concierto comenzaba con “Ride on my way” y desde el primer instante se iba a ver a un público completamente entregado, algo que desde las tablas Michael siente y agradece, dentro de su eterna timidez, oculto tras las gafas de sol, vestido de negro y armado con su eterna Flying V. Y a partir de ese momento el aluvión de clásicos del rock iba a ser imparable. Desde “Armed and Ready” hasta “Are you ready to Rock”, pasando por “Into the arena” o “Rock my nights away”. Una colección de canciones que no pueden pasar desapercibidas ante cualquiera que ame el rock. Y Rock con mayúsculas es lo que se vivió durante las casi dos horas que duró el show.

Gary Barden, la gran incógnita en el apartado vocal, brilló algo por debajo de lo que nos hubiera gustado, pero a pesar de todo no cuajó una mala actuación, mucho más entonado que en su actuación veraniega de Bilbao, y en todo momento fue el transmisor del buen rollo que parece existir en el grupo al público. Schenker ya se sabe que se dedica a tocar. Pocas veces son las que mira al público, pero cuando lo hace se le ve feliz, y eso redunda en que su técnica fantástica resalta aun más.

Además de los clásicos también sonarían canciones de su último disco, cada vez más rodado y aceptado por los viejos fans de la banda. Así “I want you”, “Ride on my way” o “A night to remember” se mezclaron con las canciones que ya son parte de la historia de la música. Algunos echamos en falta “Captain Nemo” pero parece que ha decidido dejarla de lado en los últimos tiempos. Eso sí, pudimos disfrutar un cierre apoteósico con “Attack of the mad axeman”, “Doctor, Doctor” y una genial versión de “Rock Bottom” que acabó pintando una sonrisa de oreja a oreja en las caras de todos los asistentes.

Buen sonido, buena banda y buena gente para disfrutarlos. Un concierto de esos que, pasado el tiempo, se recuerdan como perlas imborrables y que hacen que deseemos que, pronto muy pronto, vuelvan a repetirse. (Texto: Fernando Checa. Fotos: David Esquitino)