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Crónica EXTREME +VOODOO SIX: Viernes 31 de Octubre de 2008 , Sala La Riviera, Madrid:

Fantástica noche de rock n’roll puro y duro la que tuvimos la suerte y el placer de vivir el pasado viernes en Madrid. Además, fueron dos sorpresas mayúsculas, tanto a nivel de los teloneros, VOODOO SIX, una banda londinense que reconozco que en disco no me habían terminado de convencer, como sobre todo de los cabezas de cartel, unos EXTREME que me parecieron una de las mejores bandas en directo que he visto en muchos años, con un guitarrista estratosférico, un cantante y frontman excelente, y una base rítmica sencillamente impresionante.

Pero empecemos por el principio ya que VOODOO SIX lo hicieron muy bien durante los aproximadamente 40 minutos que estuvieron sobre el escenario, sorprendiendo a la gran parte de la audiencia que no les conocía, e incluso arrancando vítores y aplausos al final de su actuación, lo que no es ni mucho menos lo habitual en los conciertos nacionales con las bandas teloneras que no sean conocidas o tengan cierto postín. Un clásico combo de hard rock joven, sonando mucho, muchísimo más clásicos que en disco, que gozaron de buen sonido y que además cuentan con la baza visual de su vocalista Henry Rundell que cuanto menos llamaba la atención con su imagen “elegante y victoriana” a lo Fantasma de la Ópera con media cara maquillada. Me encantó cómo sonó la banda, su actitud, el tipo de repertorio que eligieron, muy roquero y directo, y esa mezcla entre hard rock, stoner y mucho feeling y ganas de las que hacen gala en directo. La verdad es que pienso que su baza principal es precisamente el directo y es que, al menos en Madrid, me gustaron mucho más los temas como “Faith” o “Crawl” que en su primer disco, un interesante pese a todo “First hit for free”, en el que obviamente centraron el repertorio. Por cierto, mención especial para un temazo a medio tiempo como es “Mistaken” que se debería convertir pero ya en un clásico del estilo, fantástico. Muy bien por ellos y aperitivo de lujo para lo que se nos vendría encima en unos minutos, y es que el concierto de EXTREME fue una apisonadora, especialmente en el primer tramo.

Después de casi 15 años volvemos a ver por estas tierras a ésta gran banda americana. Ya queda lejano ese concierto con el que nos encandilaron junto a Aerosmith en el 94 en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, donde ambos grupos nos enseñaron que el rock no está reñido con las grandes ventas y la popularidad. Ahora con la ansiada reunión y un nuevo disco, “Saudades de rock”, que no deja mal sabor de boca, por fin podemos volver a disfrutar de los grandes solos de Nuno, las poses de Gary Cherone, y ¿por qué no?, de las grandes baladas atemporales.

Realmente no se sabía si después de tanto tiempo iban a poder convocar a un gran numero de fieles pero, aunque era una noche fría y lluviosa, La Riviera estuvo a 3/4 de entrada, lo que demuestra que la gente no se ha olvidado de ésta gran banda norteamericana, de Boston concretamente. El montaje era muy simple, con buenas luces y un telón del último disco, lo que era más que suficiente para una banda tan directa. Tras una intro comenzaban el concierto con “Comfortably dumb” del último disco, un primer tema poco acertado pero esperado, para después atacar con “Decadence dance”, lo que despertó definitivamente al público.

Parecía que no había pasado el tiempo por ellos: Nuno seguía siendo un depredador de las 6 cuerdas, Gary el gran frontman de siempre y Pat Badger seguía marcando el ritmo con su bajo. Muy bien también el nuevo batería, Kevin Figuereido, otra gran sorpresa positiva a añadir a las mencionadas anteriormente.

La fiesta continuaba con otro tema esperado, “Rest in peace”, y otro menos no tanto como “It”s a monster”, que nos hacía retroceder a principios de los 90. “Star”, un tema a la vieja usanza del nuevo disco, fue la novedad que más levantó al público. Después vendría otra gran sorpresa, un medley con temas del primer disco como “Kid ego””o un solicitadísimo y espectacular “Play with me”.

Tras el comienzo de infarto, vendría la parte tranquila del concierto, con un Nuno con acústica que nos dejó atónitos con la interpretación de un tema instrumental llamado “Midnight express””, donde demuestra que le da igual el tipo de guitarra para correr por el mástil (con clase y gusto, por supuesto). Y por fin caía el tema mas esperado por muchos, “More than words”, que aunque pareciera previsible, hicieron una interpretación junto al público con la que nos hicieron volver a sentir la magia del original. Cerraría éste ciclo más suave la bonita balada “Ghost”, del último disco, con Nuno al piano.

Con “Cupid´s dead” volvía el tono trepidante del concierto, donde destacó especialmente la solidez de la base rítmica, y nos demostraron porqué han elegido un batería como Kevin Figuereido para la reunión. Más tarde vino el gran sólo de Nuno Bettancourt, con la marciana adaptación de “Flight of the wounded bumblebee”, y otro de los temas mas esperados, “Get the funk out”, que nos volvía a dejar noqueados para cerrar la primera parte del concierto. Para el bis se decantaron por “Am I ever gonna change?””, con gran variedad e intensidad, y para cerrar el concierto otro gran éxito como fue el medio tiempo semiacústico “Hole hearted” para poner broche de oro a 2 horas increíbles en las que hay que destacar de nuevo a un Gary Cherone, que se comió al publico como en los viejos tiempos y no paró de moverse un solo minuto, y al gran jefe Nuno Bettencourt, posiblemente sea el último gran guitar hero (esperemos q no), mostrando además una actitud y un descaro increíble.

Realmente nos demostraron que el rock no ha muerto, y dieron una lección de lo que les falta a todas las bandas de rock actuales: actitud, calidad, temas, personalidad y gran nivel instrumental y emocional. Por otro lado, da un poco de “rabia”” ver que están al mismo nivel que hace 15 años y por tanto han perdido mucho tiempo “dando tumbos”… Pero no importa, EXTREME ha vuelto para recuperar el tiempo perdido y para recordarle a la gente más joven lo que es un concierto de ROCK, sí, con mayúsculas. Esperemos que vuelvan para quedarse.

Texto: Carlos Esquitino/David Esquitino

Fotos: David Esquitino