Tras diez años de ausencia, por fin hace unos meses nuestros queridos Leize nos dieron la sorpresa y la gran alegría de su retorno al panorama musical y, mejor aún, su regreso a los escenarios.

Para mucha gente, ésta fue una gran noticia, sobre todo para aquellos que, como yo misma, descubrieron al grupo gracias a aquel mítico directo del 97 “Esto es lo que hay”, que nos puso los dientes muy largos pero que significó entonces el adiós de la banda. A partir de ese momento, Leize se convirtió en una espinita clavada, en uno de los pocos grupos que me hubiera encantado ver en directo y que, por desgracia, pensaba que no iba a poder ocurrir. De todas formas, desde hace muchos años un duendecillo melenudo no paraba de prometerme que esto no sería así, que algún día conseguiríamos verlos en directo y cantar a grito pelado sus canciones… y el 22 de mayo en la sala Heineken, el sueño se hizo realidad…

El concierto lo abrían INORDEM, una joven formación madrileña de heavy metal aunque en tesituras más actuales y cañeras que el toque más clásico y roquero de LEIZE. Estuvieron unos 40 minutos sobre el escenario tocando temas de sus dos primeros trabajos, “La oruga” y “Progreso”, además de una interesante versión acelerada del clásico “Resistiré” de BARÓN ROJO que les quedó de lujo. Buena banda aunque quizás más modernos con respecto a los gustos de algunos de los asistentes aunque dieron un gran concierto, destacando el potente sonido de guitarra de la banda y un fantástico juego de luces, inusual para un grupo telonero. Aunque también es cierto que durante su actuación hubo bastante gente que esperaba conversando al final de la sala, comprando merchandising de LEIZE o simplemente entrando con calma.

Volviendo a los protagonistas de la noche, me atrevo a adivinar que mucha de la gente que abarrotaba la sala Heineken sentía algo por el estilo….tanto fans que los pudo ver en su época y que volvía con gusto a una sala a presenciar su actuación, y mucha gente como nosotros, que nunca tuvimos la oportunidad de verlos entonces y que alucinábamos con la posibilidad de verlos allí, a escasísimos metros, puesto que la distancia del escenario con el público era mínima…Y creo que las dos actitudes explican el inmenso cariño que desde el primer momento se mostró a la banda. Gritos constantes de “¡Leize, Leize!”, silbidos, aplausos… un público entregado como pocas veces he visto y una banda feliz, muy feliz, porque no había más que ver cómo lo estaban pasando allá arriba para constatar esto, sonriendo constantemente, rebosando alegría por los poros… y es que con un público así de entregado era fácil sentirse en la gloria….y además Leize es una banda que transmite buen rollo a raudales con lo que el cariño y la interacción entre público y banda fue realmente especial desde el primer momento.

Y tengo que decir, que lo pasamos en grande, que cantamos… bueno, más bien berreamos de lo lindo, que nos sabíamos todas las canciones, que nos hinchamos a saltar y bailar… pero es cierto que, aún así, el concierto no nos dejó completamente satisfechos ya que hubo algunos puntos negativos en el concierto: El primero de ellos fue el mal sonido… o más que malo, muy bajo pues la guitarra de Patxi directamente no se oía nada en los primeros temas y en general faltó potencia al sonido general. Por otra parte, y como se podía esperar, a la banda le falta puesta a punto, le falta rodaje y por ello fueron muchos los errores cometidos en los temas, fallos en alguna letra incluidos… Aunque bien es cierto que fueron detalles que a mi particularmente me importabn a poco a nivel de disfrute del concierto, pero es obvio que aún les falta un puntito para estar en forma, era algo evidente y como tal hay que reseñarlo. Así que nada, a este respecto esperemos que en el “Leyendas” les tengamos ya en plena forma, ¡seguro que sí!

Sin embargo, lo más irregular del concierto, en mi opinión, fue la elección del set list ya que, pese un primer tema algo soso para empezar como “Dar el salto”, empezaron fuertes con temas clásicos y potentes como “Absurdo” o Futuro para mí” pero, poco a poco, la mezcla un tanto extraña de temas cañeros con otros más lentos, además de muchos cortes de su “Todo por el suelo”, que no es ni de lejos el favorito de la mayoría de los fans de la banda, además del detalle de que grandísimos temas como “Caminando” y “Acosándome” que tocaron a la mitad de velocidad y les quitó muchísima chispa a varios temas que sonaron a medio gas. Siguieron desgranando temazos como “Voy buscándote” o “Sangre de barrio”, para despedirse antes del primer bis con la inolvidable “Devorando las calles” (aunque también sonó algo lenta). Después vendría la brutal y coreadísima “Buscando…mirando”, donde la totalidad de la sala enloqueció por completo. Fue sin duda uno de los momentos más esperados y álgidos de la noche, para dar por finalizada la actuación con el mítico “Noche de ronda” (único vistazo a “Loca pasión”, por cierto) que, una vez más, levantó al público y creo que no quedaba nadie en la sala que no bailara o cantara la canción a pleno pulmón… Fue una lástima que, cuando el ambiente volvía a estar a tan buen nivel, el concierto acabara, y es que a pesar de las dos horas de concierto que hicieron, quedaron muchos temas en el tintero, y los que allí estábamos nos quedamos con ganas de más.

En definitiva, un buen concierto donde lo pasamos genial, con algunas pequeñas pegas, pero que estamos seguros que subsanaran con un poco más de rodaje para deleitarnos nuevamente con tantos temas y recuerdos especiales en el Leyendas en Agosto…¡¡¡Allí nos vemos, Felix!!! (Patricia Eguía) (Fotos de Jorge Pérez “MaNaZas”)