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Concierto: Marea + La Renga. 14 de mayo de 2007

MAREA+LA RENGA (14/05/07), Pabellón Madrid Arena.

Unos días antes del esperado concierto, tuvimos la oportunidad de ir a la rueda de prensa que ofrecieron en Madrid con motivo de la edición de su nuevo disco, “Las aceras están llenas de piojos”… y sinceramente me encantó comprobar que son tan sencillos, humildes, sinceros y roqueros como siempre han hecho gala en sus canciones. Muy buena gente los comandados por Kutxi Romero, principal interlocutor, mente lúcida y lengua rápida dónde las haya, además de genial letrista y “crack mediático” (me quedo con una de sus más que interesantes reflexiones en la rueda de prensa: “somos número 1 pero no sé si alegrarme o enfadarme porque viendo con quién compartimos puestos en las listas no sé si realmente es una buena noticia el que estemos tan arriba”), que nos demostró que todavía el buen rock n´roll de factura nacional y las cosas hechas con el corazón siguen teniendo cabida en nuestro mundillo (otra perla que salió de su boquita: “los de la izquierda andan fraccionados mientras que la derecha siempre se une para poder joder al resto”).

Herederos más que directos de las, posiblemente, 3 bandas más importantes que ha dado nuestro rock urbano, LEÑO, BARRICADA y EXTREMODURO, ahora son ellos los que parecen ostentar el cetro y lo hacen a base de un rock de toda la vida, con letras realmente especiales y ese punto de sencillez y cercanía que hicieron que el Madrid Arena estuviera literalmente a reventar, habiendo agotado entradas desde una semana antes del concierto (y llenar un local de 10.000 personas en estos tiempos es mucha tela). Público bastante joven (y muchas niñas), “variopintas” pese a todo y con muchas ganas de cantar, bailar y pasarlo realmente.

MAREA se presentaron en la capital acompañados por los agentinos LA RENGA, una banda inmensamente grande en su país natal y que en España todavía no son tan conocidos aunque la acogida en el concierto fue genial, aunque bien es cierto que había muchos, muchísimos argentinos entre el público para los que “su banda” no eran los teloneros.

Una de las cosas que más me llamó la atención fue el mero escenario: enorme, decorado con grandes telones con motivos “de campo” (dibujos casi tribales de buitres y animales varios), unas luces realmente impresionantes y un par de plataformas al fondo dignas del mejor grupo heavy de postín. No digo que les quedara grande el escenario, porque no es cierto, pero ellos mismos se veían cuanto menos “raros” debajo de tanta parafernalia (porque lo dijeron en varios momentos, jaja).

El concierto me recordó a mí mismo a aquellas grandes noches hace años de EXTREMODURO+PLATERO Y TU reventando el antiguo Palacio de los Deportes, BARRICADA petando hasta arriba Las Ventas a principios de los 90, MÄGO DE OZ y EXTREMODURO exactamente lo mismo, LOS SUAVES llenando varios días el Canciller… Eran otros tiempos, no sé, o quizás es que yo ya estoy en otra onda, pero me encantó constatar que en el rock nacional sigue habiendo cantera y que se viven algunos conciertos con la misma ilusión y pasión que antaño.

Muy buen sonido, ese punto especial de algunos conciertos dónde se oye cuanto menos al mismo nivel a público y banda, y una actitud excelente de un grupo que se ve arriba pero manteniendo esa personalidad, humildad y agradecimiento de los años de “mierda y cuchara”, cómo bien nos dijo el propio Kutxi en la presentación de este tema.

Tocaron prácticamente entero su nuevo disco, excelentemente bien acogido en disco y en directo, “Las aceras están llenas de piojos”, además de dar un gran repaso a otros temas que ya son clásicos de nuestro cancionero roquero popular, hasta terminar a lo grande tras dos horas y cuarto de buenísimo rock n´roll patrio de toda la vida.

Tras una hora de LA RENGA, se apagan las luces, griterío general y allí que sale Kutxi en una harley a lo “Rob Halford del campo”, para dar comienzo al show con el primer tema del nuevo disco “Entre hormigones”. Temas nuevos como “Nana de quebranto”, “El trapecio” (en la que nos pidieron que pusiéramos nosotros la voz de Evaristo) o “Mil quilates”, junto con clásicos como “Corazón de mimbre”, “Como los trileros”, la preciosa “La luna me sabe a poco”, “La rueca” ya casi para terminar, “Ciudad de los gitanos” (basado en un precioso poema de Lorca), una muy coreada “Que se joda el viento” o “Duerme conmigo”. Y para terminar, todo el mundo en pie y pidiendo “El perro verde”, que junto a un par de canciones más acústicas, (y ya con Kutxi “descamisao”) y el final apoteósico con la homónima “Marea” junto con los chicos de LA RENGA, pusieron punto a final a una gran noche que demostró que MAREA no sólo están en lo alto de las listas por “tejemanejes” de una u otra compañía.

Además del protagonismo inevitable de Kutxi, con sus poéticas presentaciones y su clase (a su manera) en escena, quiero destacar musicalmente la clase y buen hacer del guitarrista Kolibrí, además de la fuerza, desparpajo y sobre todo punto roquero supremo del bajista Piñas que, sin dejar de sonreír y disfrutar ni un solo segundo del concierto, además se cantó 4 temas del repertorio de MAREA, aquellos “menos poéticos” y más macarrillas que quedan de lujo con su voz. Un par de colaboraciones (especialmente destacable la de un Fernando de REINCIDENTES, mucho más “grande” de lo habitual y con la cabeza rapada), muchos emocionantes y una actitud de una banda realmente disfrutando encima del escenario y demostrando que con honestidad, sencillez y dos cojones se puede llegar arriba en este país de paletos, “moñas” y sobre todo de música insípida, prefabricada y sin actitud ni personalidad ninguna que es lo que parece que prevalece en España.

La verdad es que lo pasé realmente bien y me encantó comprobar que el espíritu de esas bandas que tanto me enseñaron y que me introdujeron sin duda en este mundo de pelos largos y guitarras eléctricas, sigue muy vivo en MAREA… ¡Ah, y lo más importante!, por muy duro que pueda ser uno, ver a todo un pabellón bailando, coreando y cantando TODOS los temas desde la primera letra a la última, sigue siendo realmente emocionante… “Decía que tenía el corazón alicatado hasta el pecho, que a ver si no podía hacerle yo una cenefa a besos” (David Esquitino)