Hacía casi dos años que el guitarrista americano no se pasaba por nuestras tierras, y esta vez ha venido presentando su nuevo disco, “Sound Theories”, grabado con orquesta. Realmente no es un trabajo para presentar en directo, pero para nosotros sí es una buena excusa para ver otra vez a éste genio de las seis cuerdas.

A pesar de todo, ésta es una gira diferente por varios motives. En primer lugar, Steve Vai ha cambiado toda la banda menos al batería Jeremy Colson y el guitarrista Dave Weiner… es decir, ya no le acompañan sus más famosos compañeros, el bajista Billy Shehaan (ex MR BIG y DAVID LEE ROTH entre otros), y el guitarrista y teclista Tony Mcalpine (ex M.A.R.S., RING OF FIRE…). Los nuevos miembros son el bajista Bryan Beller, además del punto curioso que aportan en escena los violinistas Alex dePue y la guapa Ann Marie Calhoun. Tambien nos sorprendió con un renovado set list, incluyendo bastantes temas antiguos y no tan conocidos a priori… Por lo demás, Vai sigue teniendo la misma calidad y magia a las seis cuerdas de las que siempre ha hecho gala.

Desde primera hora de la tarde ya se podía ver el buen ambiente en los aledaños de la sala, que iba a estar casi llena; aunque no fue hasta las 19:45 cuando salía a escena Zack Wiesinger, el joven guitarrista que abría el concierto, cuya actuación por lo menos fue curiosa. Zack salió sin banda acompañándole, y se presentó él solo con su guitarra abriendo el concierto con una versión guitarrera de la banda sonora de James Bond. El resto de sus 20 minutos de actuación fueron temas de su propia cosecha, abarcando desde estilo tipo cabaret hasta blues a la vieja usanza. No fue un mal concierto pero sin banda detrás y sin temas mas “normales” quedó como una simple demostración de lo que puede hacer con su guitarra y poco más.

Pero lo importante, lo que la gente había venido a ver comenzó pronto, muy pronto, pues a las 20:20 y entre una intensa niebla salía a escena Steve Vai vestido con un glamuroso traje y unas gafas oscuras, además de su nueva e impresionante guitarra iluminada. El tema elegido para abrir el concierto fue “Now we run”, de su disco “Elusive light and sound”, una rareza con la que se adivinaba por dónde iba a ir el set list. Siguió con temas de su último disco en estudio (“Real illusions”) “Midway creatures”, el tema estilo Hendrix “Firewall” y la impresionante “Building the church” donde Vai desplegó toda su técnica. Los dos nuevos violinistas estuvieron tocando desde el principio del concierto, y aunque en los temas mas cañeros no se apreciaba demasiado su labor, en las baladas sí ofrecian una visión diferente y muy interesantede la musica de Vai.

Los temas mas originales fueron los de su disco mas intimista, “Alien love secrets” (1995): “Juice”, “Die to live”, “Ya-yogakk”, y “Tender Surrender”, que fue uno de los puntos álgidos del conciertos… Hacía mucho tiempo que Vai no tocaba temas de este disco.

A mitad del concierto era hora del set acústico, algo típico de sus últimas giras. Temas como “All about eve”, cantado por un Vai en plena forma vocal, “Fire Garden Suite” y otras extravagancias instrumentales donde se lució todo el grupo. Lo mejor de ésta parte fue la aparición de Jeremy Colson con su nueva batería, un mini set colgado del cuerpo y adornado con calaveras y luces con las que acompañó a Vai de manera espectacular. Puro espectáculo y ganas de ofrecer siempre “algo más”, como siempre ha sido palpable en todos los shows de Vai en solitario.

Como es obvio, también hubo tiempo para los lucimientos personales. Empezó el guitarrista Dave Weiner con un tema de su disco en solitario. Más adelante le tocaba el turno de los dos violinistas, que hicieron una exibición al estilo clásico. Cerca del final era el momento de Jeremy Colson a las baquetas, que hizo un solo espectacular sobre una base sampleada, al estilo de lo que ya pudimos verle en la gira anterior.

Hacia el final del concierto llegaron los temas mas conocidos como la dulce balada “Whispering on a prayer”, además de varios cortes de su disco más famoso, “Passion and Warfare” (1991): “The audience is listening”, “Answers”, “Liberty”, y una siempre emocionante “For the love of god” para cerrar el concierto.

A modo de epílogo, decir que los puntos fuertes del concierto fueron el sonido (a pesar del excesvo volumen típico de conciertos en éste país), la entrega de Steve Vai (que, después de casi 20 años, en solitario sigue disfrutando como el primer día), y el rescate de temas casi olvidados, aunque siga pasando por encima de su disco más “extremo” como es “Sex and religion” de 1993.

En resumen, Steve Vai dió un conciertazo de mas de 2 horas y media, cuyo esfuerzo fue ampliamente recompensado con larguísimas ovaciones por un publico entregado. Un genio que sigue demostrando que la innovación, experimentación y técnica suprema no están reñidos con el clasicismo, humildad y personalidad que desde los riempos de Frank Zappa, Alcatrazz o David Lee Roth han sido santo y seña de Mr. Vai. Muy grande. (Carlos Esquitino) (Fotos, www.vai.com)