BABYLON ROCKETS: “Conspiracity” (Producciones Malditas)

Explotando la vertiente más roquera, clásica, setentera y mirando hacia la costa oeste americana, aquí tenemos el primer trabajo de esta formación valenciana que desde el principio me han parecido una pasada y ya estoy deseando verles en directo donde, según se puede intuir fácilmente escuchando el disco, tienen su sitio natural, como todos los buenos roqueros que se precien de serlo. En este caso es fácil hablar de influencias y reminiscencias claras escuchando el disco, sin perder su gran personalidad y base para llegar a dónde se propongan y les dejen, y es que AC/DC, ROLLING STONES, AEROSMITH, GUNS N’ROSES, QUIREBOYS, KISS,… siguen siendo grandes, al menos en la memoria y corazón de los que tenemos claro de qué va esto, ellos los primeros.

Un disco con una fuerza que te tira para atrás, te desordena la melena y con la tontería no sabes muy bien porqué pero notas también cierta caricia en las orejillas que a su vez denota buen gusto y elegancia pese a la potencia y macarrería reinante. Aquí no hay modas que valgan sino puro espíritu vinilero, del que echa humo psicotrópico, escupe riffs afilados y cálidos a un tiempo y no descuida las gamberras melodías políticamente incorrectas para hacerlo aún más atractivo. Pese a todo, es un honor redescubrir que en un disco de rock el protagonismo lo tienen las guitarras y esos sonidos puros, duros y secos que aún asustan a las abuelas, gustan y hacen bailar a las niñas malas, y a los peludos (reales o de espíritu y corazón, que también vale) nos vuelven a hacer soñar con querer ser “Slashes”, “Richards”, “Perrys” y demás… para volver a hacernos soñar con estar encima y debajo de un escenario siendo felices y sacándoles el dedo índice bien fuerte a todos aquellos que pretenden que nos rindamos a la moda reinante de cada momento.

Son 9 temas directos a la yugular, ¿para qué más?, variados, con actitud y comerciales en el buen sentido. Desde la caña de “Sell my soul” (toda una declaración de intenciones, abrasiva, “nórdica” y directa), una más punkroquera y pese a todo muy GUNS como es “Show world” o el toque más hardroquero y “acedeciano” de “Once again”, el punto roquero de “On your stereo” (rock sin aditivos, muy pegadiza y con deje a AEROSMITH), la sureña “Sweet drama queen” (con Hammond y todo) o “Take a ride” (ahora suenan de fondo los STONES de los 70), hasta el punto más suave a medio tiempo de “Just my girl” para cerrar, un disco y una banda que no pueden pasar desapercibidos… Y vuelvo a repetir una vez más, porque son españoles y valencianos de pro, y es que no se nos olvide a ninguno que en nuestro país en los últimos años están saliendo trabajos increíbles y nadie parece darse cuenta… y es una verdadera lástima. (David Esquitino)