Crítica. LUJURIA. Licantrofilia
LUJURIA: “Licantrofilia” (Maldito Records)
Quizás “volver atrás” es una afirmación demasiado osada, pero sí es cierto que este disco rezuma más heavy metal clásico y mucho espíritu “de otros tiempos”, aunque con las lógicas actualizaciones en sonido, mensaje y forma de encarar algunas de las canciones. Es un trabajo compuesto en su mayoría por el guitarrista Julito, fan absoluto de clásicos como JUDAS PRIEST o BARÓN ROJO, lo que influye en reencontrarnos con esos LUJURIA más “macarrillas” de hace años con los geniales “Cuentos para mayores” o “Sin parar de pecar”. También, hay dos nuevos miembros en la banda que han aportado sangre y calidad nueva: el batería Maikel, que hace un trabajo fantástico, aunque también hay que destacar la importancia del nuevo teclista Ricardo Mínguez, de inspiración mucho más roquera en contraposición con el toque más “gótico” y académico que aportaba Nuria “Lilith”. Finalmente, está claro que han vuelto a la temática de las letras más gamberras, divertidas (aunque sin olvidar ese punto serio, rebelde y comprometido que siempre han tenido, además de la identificación con el rock, la calle, la cultura, y la tolerancia) y “lujuriosas” que dejaron de lado en su anterior disco. Por otro lado, remarcamos el sonido del álbum, muy interesante, con mucha fuerza y relevancia de las guitarras (como debe ser en todo disco de heavy metal) y la propia personalidad que destila “Licantrofilia”.
De los temas simplemente remarcar los que me parecen más interesantes a nivel personal, tanto los más netamente heavies como pueden ser la fantástica “Tigresa blanca”, la propia “Licantrofilia” o la pegadiza “Viejo roquero” (mi favorita y con una letra muy emotiva), como las más hardroqueras que puedan ser “Las tablas de Moi-sex” (sí, LUJURIA imitando a WHITESNAKE) o “Arañando el cielo”, preciosa y con ese toque a lo “Merece la pena” o “Joda a quien joda” que siempre me ha encantado, además de la fantástica versión de SHALOM, “¿Qué es mejor?”, un lujo y un auténtico placer darse cuenta que aún hay bandas en España con ganas de reivindicar nuestro rico heavy metal de los 80. ¡Ah!, y puestos a reivindicar, me quedo con “Prisionera”, además de “Goliardos”, que es un temazo y una excelente clase de historia “bajo cuerda”. Pues nada, enhorabuena por un fantástico trabajo y a seguir aullando por la libertad… y ya sabéis, si tienes miedo de ser tú, ¿para qué quieres vivir? (David Esquitino)