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Crítica. Motörhead. Motörizer

MOTÖRHEAD: “Motörizer” (SPV):

Como siempre, los “Mötor” no paran, y tras un aceptable “Kiss of death” de 2006, ya nos ofrecen otro trabajo de puro rock n’roll acelerado, por supuesto marca de la casa: una nueva dosis de caña, rock y blues a toda pastilla. El disco hace el número 20 dentro de su discografía (quitando directos y recopilaciones) y lo mejor de todo es comprobar una vez más que 30 años después siguen siendo la misma banda sucia, macarra y personal a los que muchos intentan imitar y sólo ellos lo consiguen una y otra vez. La mejor noticia por tanto es que siguen en buena forma y repitiéndose en el mejor sentido, sin perder la chispa, las ganas y la inspiración, vaya.

Habrá quién diga que no deja de ser otro trabajo igual en plan “fábrica de churros”, y desde ese punto de vista nunca falta razón, y es que “Motörizer” es tan repetitivo y/o variado como siempre… pero el estilo lo inventaron ellos mismos hace ya tres décadas y a estas alturas lo que menos le apetece a Lemmy es ponerse a experimentar con una banda que sólo puede sonar a ellos mismos, “a toda ostia” pero con clase, rítmicos y duros y ofreciendo siempre calidad… y por supuesto comiendose a cualquiera encima de un escenario. Hablando de los temas, los 11 son puro MOTÖRHEAD, desde la caña de “Runaround man” (rodillo duro y machacón), “Rock out” (matadora, clásica y “rompecuellos”), o la “old school” “Buried alive”, hasta los cortes más roqueros como la vacilona “Teach you how to sing the blues”, “English rose” o la genial “Back on the chain” (muy rítmica y con un Lemmy casi “crooner”… a su estilo, claro). Del resto, destacar también “One short life”, a ritmo de blues “motorizado”, o “Time is right” (puro rock n’roll sucio que escupe aceite de motor pero con un estribillo algo más melódico).

Pues ni más ni menos que un nuevo buen álbum de MOTÖRHEAD y con la única novedad reseñable que por primera vez en muchos años la portada no es obra de Joe Petagno, y nos tenemos que conformar con ver a “Snaggletooth” en un pequeño hueco dentro de un escudo. (David Esquitino)