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Crónica del Metalway. Segunda Parte

Domingo 21 de junio:

Ya al día siguiente, pese a que no llegamos a ver los conciertos de The cannibal queen ni de LAUREN HARRIS, comenzábamos sobre las dos de la tarde una nueva batalla. La primera banda que vimos fue HEAVEN´s BASEMENT, jóvenes hardrockeros británicos con toda la clase del mundo, que demostraron un buen hacer pese a que la hora y el cansancio del día anterior hizo que fuera muy poca la gente que asistiera a su actuación. Descargaron temas como “Reign on my parade”, “Life of me” o “Executioners day” que supusieron una grata sorpresa para los que conocíamos poco al grupo y fueron perfecto para abrir otro de los conciertos largamente esperados, el de LITA FORD. La veterana cantante y guitarrista nunca había actuado en nuestro país, por lo que había muchas ganas de verla y no nos defraudó. En buen estado de forma, físico y musical, y a punto de editar nuevo disco, Lita hace muchos años que demostró que no era una “barbie” más puesta a hacer rock en un mundo de hombres. Macarra como la que más, con una voz muy potente, buena como guitarrista y excelente moviendo al público, nos dejó otra de esas actuaciones dignas de recordar, y eso que la asistencia tampoco fue demasiado numerosa, por la hora y el calor. Desde el compendio de guitarras con las que apareció en escena, empezando por la de forma de botella de vodka hasta la inmensa doble mástil y continuando con sus canciones, lo más importante: “Gotta let go”, “Black widow”, la balada “Close my eyes forever” y “Kiss me deadly”. Fantásticas en su interpretación, bien acompañada por una banda más que correcta e incluso ayudada en algunas canciones en los coros por su marido, un gigantesco y tatuado Jim Gillete (ex NITRO) que incluso acabaría tomando protagonismo “jugueteando” con las curvas de su señora esposa para regocijo del público masculino. Buen concierto.

PARADISE LOST no es una banda que me atraiga en exceso por lo cual no esperaba demasiado de su actuación y cuando comenzaban con “Hallowed Land” estuve pendiente de sus fans para ver la reacción de estos. Mi impresión es que estuvieron bastante aburridos y de hecho aunque bastante gente se acercó al escenario a verles a los pocos temas el volumen de asistencia bajó considerablemente. “One second” y “Requiem” serían los últimos temas que descargarían en un concierto que fue hundiéndose poco a poco hasta convertirse en una anécdota, especialmente para los que gustamos de otro tipo de sonidos.

No iba a ocurrir así con la siguiente actuación, y es que era el momento de disfrutar con Jon Oliva, el cantante más inmenso, físicamente al menos, que uno puede ver en directo. El otrora vocalista de los legendarios SAVATAGE nos iba a demostrar que su voz sigue siendo maravillosa y que, pese a que la banda americana no esté activa, no ha sido olvidada. Un Jon Oliva (y sus JON OLIVA´S PAIN) en bastante mejor forma que la última vez que pudimos verle en Madrid, teloneando a Scorpions, sin necesidad de bastón para levantarse y pasando bastantes momentos de pie dominando como nadie el escenario. Su set list estuvo basado prácticamente en su totalidad en temas de SAVATAGE, empezando con “City beneath the surface” y desgranando maravillas como “Chance”, “Sirens” o “Believe” o la grandiosa “Gutter bullet”, que nos puso los pelos de punta. La maravillosa “Hall of the mountain King” fue el fantástico final para un concierto que será recordado como de los mejores del festival incluso por los muchos asistentes, tal vez muy jóvenes, que jamás habían escuchado a una banda de culto como SAVATAGE. Muy grande.

Tras un conciertazo como el que habíamos vivido los dos siguientes grupos lo iban a tener muy difícil. Los primeros, OPETH, trataron de teñir el inmenso viento, que de nuevo volvió a torturarnos, de oscuros efluvios progresivos. Nuevamente me encontraba frente a un grupo que no me convence y volví a reunirme con fans suyos para ver sus reacciones. En general acabaron bastante satisfechos, a tenor de sus comentarios, aunque para mi gusto era un grupo que no acababa de encajar en un cartel tan Heavy. Me parecieron correctos, muy técnicos pero excesivamente fríos, totalmente estáticos y con una propuesta que convenció mucho a sus fans y muy poco al resto. Muy diferente a lo que ocurrió con WARCRY, que volvieron a demostrar que es un grupo que hace las delicias de los más jóvenes sin olvidar a los que llevamos más años en esto. Con mucha fuerza, trabajándose al público literalmente, Víctor y sus compañeros volvieron a demostrar a los más descreídos que es un grupo que sigue creciendo y con el que hay que contar cada vez que se piensa en Metal nacional… aunque muchos preferiríamos a otra banda para “representarnos” en el plano nacional de un cartel internacional, las cosas como son.

Y llegaba el momento ansiado, HEAVEN&HELL, o lo que es lo mismo, la formación de BLACK SABBATH con Dio al frente, que eran los siguientes en actuar. Había emoción pero por otro lado no veíamos montado el escenario/espectáculo completo que todos esperábamos, ¿qué pasaba?… El backline era montado, aunque muy pobre a comparación de lo que habíamos visto en reportajes gráficos de la gira y esperábamos… hasta que se desencadenó el desastre, cuando de repente un par de roadies comenzaron a desmontar el escenario ante la indignación del respetable. Y comenzamos a temernos lo peor, que tras un rato demasiado largo de espera se confirmaba y a partir de ahí la decepción gigantesca. Fue lo de menos que la banda entera apareciera en el escenario pidiendo perdón y prometiendo volver pronto. Sumada a la cancelación en el último momento de FEAR FACTORY, lo que estaba ocurriendo parecía ser una broma pesada para todos los que habían hecho cientos de kilómetros con el objetivo de ver a Dio, Iommi y compañía. A día de hoy sólo podemos quedarnos con la versión oficial, que un fuerte dolor de espalda del guitarrista obligó a cancelar el concierto cuando todo estaba preparado para su inicio pero un par de días después tocaban en París, con lo que surjen todas las dudas y conjeturas. La realidad es que el concierto no se celebró. La decepción y el cabreo inmenso no se borrarán fácilmente y quien sabe si esto, junto a una organización que, junto a la mala suerte del tiempo, cierzo, mala elección de la ubicación, fue bastante deficiente, no le pasan demasiada factura al festival de cara a nuevas ediciones.

No quedaba otra que ver a SAXON, los cuáles adelantaban su salida a escena casi tres horas por la caída de las dos bandas… y menos mal que fueron ellos porque SAXON siempre lo bordan, y eran los únicos capaces de poder “comerse el inmenso marrón” de salir a tocar justo después de lo que acababa de pasar, y salir airosos. Tocaron un set list más largo de lo inicialmente estipulado, y se comieron la escena como hacen siempre. Biff se acordó del “fucking wind” en “Ride like a wind”, no olvidaron mezclar sus éxitos de toda la vida como “Motorcycle man”, “Crusader” o “Denim and Leather” con su último disco y temazos como “Battalions of steel” o “Demon sweeny Todd”. Cuando “Princess of the night” cerraba la actuación muchos asistentes abandonaban el recinto cabreados y decepcionados pese a todo sin esperar siquiera a ver a los extremos GOD FORBID, que pasaban por allí después de tocar en Kobetasonik el día anterior y se apuntaron para intentar al menos que el festival tuviera una mínima sorpresa o detalle con sus asistentes.

Tristes, ateridos, cabreados, así cerrábamos el primer fin de semana de un festival que, pese a todo, había contado con excelentes conciertos y fantásticas actuaciones, que es con lo que todos nos quedamos. Aún faltaba un fin de semana por delante para resarcirnos y en ello pensábamos cuando cabizbajos abandonábamos el recinto del festival. El caso es que los buenos conciertos vividos durante el primer fin de semana del MetalWay Festival no podrán borrar la inmensa decepción de la cancelación de HEAVEN&HELL en un primer fin de semana marcado por un viento gélido y por la caída de los cabezas de cartel.

Texto: Fernando Checa, David Esquitino y Patricia Eguía
Fotos: David Esquitino