Concierto. Grave Digger + Alestorm + Taletallers
Había muchas ganas de volver a ver a Grave Digger, una de las bandas más clásicas del Heavy Metal alemán, con una trayectoria intachable, muy respetados por sus grandes trabajos y que tienen siempre un directo brutal, lo que hacía que las expectativas ante su concierto en Madrid fueran muy elevadas. Y una vez más, los alemanes “Cavadores de Tumbas” no iban a dejar a nadie impasible en las casi dos horas que tocarían frente a una, por desgracia, escasa audiencia en la Sala Caracol.
El cartel se completaba con otras dos bandas, la primera de ella bastante desconocida, Taletallers, y los segundos con algo más de predicamento en nuestro país, los autodenominados piratas de Escocia, Alestorm. Taletallers practican heavy metal old school, con muy buena actitud sobre el escenario y con una imagen cuidada y metálica. Tocaron temas de su primer trabajo y pese a que todavía había muy poca gente mantuvieron una actuación bastante correcta. Comenzaron con “Rock n Roll Detonator” y trataron de demostrar desde el inicio que puede ser un grupo al que seguir en el futuro. No obstante las voces, a cargo de Alan Costa, son muy mejorables. “Ride the Peri”, “Kings of Death” , “Gótterdámmerung” y el cierre con “Bad Motherfucker”, uno de sus mejores canciones, supusieron un concierto corto pero interesante.
después de Taletallers íbamos a poder ver por primera vez a los escoceses Alestorm. En el tema de sus letras tienen similitudes indudables con Running Wild, pero su música se mantiene más cercana a los grupos de folk-metal. Desde el primer instante iban a intentar hacerse con una audiencia que no les acogió como ellos esperaban. Tal vez por su bisoñez y por cierta falta de calidad, pero Alestorm no iban a cuajar un buen concierto. Son divertidos en disco, e incluso en directo pueden resultar entretenidos, pero su falta de experiencia como músicos en el escenario se hace notar. Su cantante, Christopher Bowes, muy limitado en registros vocales y escénicos, hace un uso excesivo de un teclado que acaba por hacer todas las canciones muy parecidas y acaban siendo aburridas. El guitarrista, Dani Evans, acabó teniendo problemas con su guitarra y a punto estuvo de no poder acabar el concierto.
“Over the seas”, “Leviathan” o “Set sail and Conquer” trataron de calentar la sala, pero poco a poco la atención sobre la banda fue decayendo. Sí iba a gustar algo más “Captain Morgan Revenge”, pero ya era tarde y el cierre de su concierto con los citados problemas en la guitarra hizo que su actuación quedase muy deslucida.
Grave Digger no se iban a hacer de rogar. El gran Mani Schmidt, capaz de llevar un gigantesco modelo de guitarra Dean al éxtasis. Y el no menos grande Thilo Hermann, perfecto compañero en las guitarras. Y al frente de todos, la inconfundible voz de Chris Bolthendahl, mucho más cruda en directo y aprovechada que en disco. Duros, brillantes, salvajes. Sin hacer ningún tipo de concesión a sonidos modernos o extraños. Tocando Heavy Metal como si de un catecismo se tratara.
Sonaron sus temas más clásicos y sonaron temas de su último disco, “Ballads of a hangman”. Nos volvieron locos al personal con una versión de “Silent Revolution” y nos obligaron a mover la cabeza sin parar con con “Stormrider”. Tocamos el cielo con “The last supper” y nos pusieron los pelos de punta con “Knights of the cross”.
Clásico tras clásico, “The dark of the sun” y lógicamente la esperada “Excalibur”. Atemporales, mágicos, con un sonido estratosférico, se despedirían de nosotros sin olvidar “Rebellion” y por supuesto el himno “Heavy Metal Breakdown”, alargado hasta el infinito, sin que a nadie se le hiciera largo.
Un concierto de puro Heavy Metal, tristemente lastrado por una asistencia de público muy baja. Tal vez por la avalancha de conciertos de la semana (a la misma hora en Ritmo & Compás se celebraba el Homenaje a Azucena). Pero cumplieron. O mejor aún, demostraron por qué cuando un grupo tiene tanta historia detrás nunca falla. Ojala vuelvan pronto, puesto que allí volveremos a estar para disfrutarles.
Texto y Fotos: Fernando Checa