ANDRE MATOS: “Time to be free” (SPV):

Curioso el caso de la carrera del gran vocalista Andre Matos, pues si primero se produjo la desmembración de ANGRA en dos partes (3 miembros hicieron SHAMAN y otros tres siguieron en ANGRA), ahora son los propios SHAMAN los que se han dividido, saliendo mejor parados en este caso los hermanos Mariutti y Matos (recordemos que el bajista Luis Mariutti, y el propio Andre fueron dos de los que salieron de ANGRA, junto con el batería Ricardo Confessori, que es quien sigue con SHAMAN), que dan forma al primer trabajo en solitario del cantante brasileño. Tras el lío, destaca de primeras que recuerda más a los primeros discos de ANGRA que los tres trabajos que grabaron con SHAMAN, volviendo de alguna manera a ese power metal elegante y rápido con el que deslumbraron al mundo a mediados de los 90 con joyas como “Holy land” o “Angel´s cry”. De todos modos, todavía este “Time to be free” se queda un paso por detrás y además está aderezado por pinceladas sonoras diferentes, ciertos arreglos orquestales y algún detalle experimental, que a su vez también marcan distancia con aquellos discos de los que ya nos distan casi 15 años. Eso sí, todo ello dominado por la poderosa, bonita y característica de Andre, inconfundible y dando color y personalidad a todo el trabajo. Me ha llamado la atención que el disco comienza con temas más netamente powermetaleros como “Letting go”, “Remember why” o “Looking back” mientras que a partir de la tranquila “Face the end” (muy guapa), las canciones son más variadas y elaboradas, desde la suavidad de “Time to be free”, hasta la majestuosidad de “A new moonlight”, pasando por el punto más SHAMAN de “Rescue”, cerrando el disco con un gran tema con mucha clase como es “Endevour”. Buenos músicos, fantástica producción de Sascha Paeth y Roy Z, y curiosidad final al canto: los otros dos músicos que completan la formación, el guitarrista Andre Hernandez y el batería Eloy Casagrande, estuvieron con Matos en la etapa inicial de VIPER (fantástica banda de heavy metal clásico que, con Matos a la voz, editaron dos discazos a finales de los 80) con los que comenzó su carrera con 15 años el protagonista del álbum. (David Esquitino)