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Crítica. Atlas. Atlas

ATLAS: “Atlas” (Santo Grial):

Es obvio que el debut del nuevo proyecto de los hermanos Arias y Jose Martos, junto con el buen cantante Ignacio Prieto (EDEN LOST y REINA DE CORAZONES), iba a ser hard rock de calidad, iba a tener ese punto de clase y elegancia marca de la casa, y además ya habíamos podido comprobar en directo que, aparte de feeling, buenas melodías y temas con gancho, en ATLAS iba a sobresalir un punto guitarrero y potente que quizás no todos esperaban a priori. Con el bagaje y experiencia de los músicos implicados (NIAGARA,BARÓN ROJO, ÑU, BELLA BESTIA, TRITON…) el producto tenía que tener una calidad extra, como así es, un rollo totalmente clásico y ese punto de buen gusto, comercial bien entendido y melódico del que por supuesto no adolece el disco. Las guitarras de Manolo son exquisitas, el bajo poderoso y personal de Ángel sobresale (además del buen trabajo a los coros), la batería de José es potente y precisa, y la voz de Nacho se sale, desde los tonos más melódicos y pegadizos a los rabiosos cuando se necesitan.

Ya en la primera escucha me hice mentalmente como una triple división de los temas y, pese a tener el conjunto ese punto hardroquero clásico de los grandes con los que ellos mismos han crecido (por ejemplo en reciente entrevista me hablaron de VAN HALEN, DOKKEN, GARY MOORE, MSG… y por supuesto influencias de todo esto hay en el disco), la sigo manteniendo al 100%. Comenzando por los fantásticos tres o cuatro temas más cañeros, de los que sin duda me quedo con “Siempre unidos”, “2040” y la precisamente adictiva, “Adictos a la carretera”; siguiendo con el toque más pegadizo y comercial de cortes como “Generación sin miedo a vivir”, “No necesito a nadie” o “Sin descanso hasta el amanecer” (donde aparece el indisimulado gusto de Manolo por WHITESNAKE); y finalmente el punto más meloso y suave con dos baladas como la fantástica “Quien no ha sido un perdedor” (que cierra el disco de manera perfecta, con sólo acústica y voz), y “Demasiado bueno para durar”, que personalmente me gusta menos. Y luego tenemos el punto de los últimos NIAGARA que sale totalmente en “Condenado loco” (aunque también mama del Coverdale moreno, jeje), aunque en general sobrevuela lógicamente por muchas partes del disco. Pues eso es todo por mi parte: un disco honesto, guitarrero y muy atractivo que por calidad, clase, corazón y estilo tendría que “partir la pana”. Ya veremos, tal como están los tiempos y sabiendo que el hard rock en España nunca ha terminado de cuajar, pero al menos ellos “no son uno más del rebaño que quieren formar”, y lo que está claro es que ya han dejado otro discazo para la historia del hard rock nacional, y eso no se lo puede quitar nadie. ¡Enhorabuena y mucha suerte, chicos! (David Esquitino)