FREDERIKSEN/DENANDER: “Baptism by fire” (Frontiers)

En estos tiempos parece que se han puesto de moda los discos en plan “duetos del rock” (especialmente en el campo del hard rock más o menos melódico, como los recientes casos de ALLEN/LANDE o SHAW/BLADES por ejemplo) y los resultados suelen ser bastante positivos e interesantes. En este caso la unión surge de la preciosa voz (100% de escuela Steve Perry de JOURNEY) del veterano vocalista melódico Danny “Fergie” Frederiksen (ex TOTO –incluso colabora en el disco el propio Steve Porcaro metiendo su Hammond en un tema-, LE ROUX y MECCA entre otros) y el buen guitarrista de gusto hardroquero Tommy Denander. Lo primero que llama la atención es una guapa portada en tonos “infernales” y que quizás nos remite a un grupo más heavy pero no, esto es hard rock melódico de calidad exquisita, con mucho gusto y elegancia y un toque completamente a medio camino entre los mejores TOTO y JOURNEY de los 80. Eso sí, el disco comienza con un tema que descoloca muchísimo pues “Let him go” tiene una guitarra muy moderna e incluso toques electrónicos y casi industriales que nadie esperaría en un disco de estas características, pero es sólo un espejismo pues el resto del disco es puro Hard Rock /AOR de vieja escuela. Me gusta mucha la voz melódica y con mucho feeling de Fergie, el punto genial de las guitarras de Tommy y unos teclados superhardroqueros y elegantes (que también los ha metido el propio guitarrista) que le dan un toque muy guapo a los temas. En cuanto a los temas, me ha sorprendido que, pese a ser un disco 100% enfrascado en el hard rock melódico como digo, no hay ni una sólo balada como tal y todos los temas son movidos y pegadizos, lo que hace subir muchos enteros a “Baptism of fire” ya que se desmarca muchísimo en este punto de lo que suelen ser los discos melódicos al uso. Es cierto que algún tema algo moñas de más como “Written in stone” o “Dead end” me entran menos pero, en general, el protagonismo es de canciones geniales y pegadizas como “Silver lining” (cojonuda), “Keep a light on” o “Can´t get enough”. No sé, normalmente a estos discos no les suelo terminar de pillar el punto porque ya sabéis que nuestros gustos corsarios son algo más heavies, pero en este caso la ausencia de baladas y de un tono demasiado meloso en voces y melodías me “obligan” a que el disco me guste y que no me acabe aburriendo por sobredosis de almíbar a la tercera o cuarta escucha. Buen trabajo. (David Esquitino)