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Crítica. Mötley Crüe. Saints of Los Angeles

MÖTLEY CRÜE: “Saints of Los Angeles” (Motley Records/Eleven Seven):

Aquí tenemos por fin el esperado nuevo disco de estudio de la banda de rock más macarra y decadente, además de la que siempre personificó mejor el lema sexo, drogas y rock n’roll. Encima, con su formación original parece que no sólo reunidos sino que encima más o menos bien avenidos y en gran forma. Reconozco que no las tenía todas conmigo temiéndome algo cuando menos por debajo de las expectativas y muy moderno y americanizado pero lo cierto es que nos encontramos ante un excelente álbum, que es puro MÖTLEY en 2008, ni más ni menos. Suena duro y hardroquero a la vez, con melodía cuando es necesario, y en todo momento con un nivel de producción realmente alto (excelente el trabajo conjunto al respecto de Sixx junto a James Michaels y DJ Ashba), manteniendo el sonido base pegadizo, afilado, crudo y macarra del grupo, pero a su vez haciendo que suene totalmente fresco, actual y sobre todo clásico y atemporal, que me parece lo más importante. Después, encontramos a una banda perfecta cada uno en su papel: Nikki Sixx a nivel compositivo (que como bajista siempre fue más mediocre), Mick Mars dando personalidad Crüe con sus riffs inconfundibles, ídem en el caso de Vince Neil, cantando incluso más “putilla/rata angelina” que nunca pero a un nivel superior hace algunos años, y Tommy Lee se hace el amo del disco a nivel musical, demostrando una vez más que es el mejor instrumentista de la banda, cuando está centrado en el rock, claro.

El disco está basado en “The dirt”, la propia autobiografía de la banda, y por ello, musical y letrísticamente nos va llevando por las calles de Los Ángeles, en Harley, vestido de cuero y con gafas y botas de rock, con una despampanante groupie detrás (o varias), entrando y saliendo de las salas y garitos roqueros más famosos, en “estado alterado de la conciencia por sustancias varias”, reventando estadios y pabellones, y pasando a ser desde el “motherfucker del año” a “los santos de LA” (con mayor o menor ironía en la afirmación), y entre medias “sólo otro psicópata” o dejando salir (sin ningún tipo de pudor) el animal que llevan dentro. En definitiva, el puro y duro circo del rock n’roll, con toda la leyenda, realidad, decadencia, atractivo prohibido y pasiones desatadas que siempre han llevado consigo.

Cómo en el acertijo, los mejores temas ya te los he dicho, aunque puestos a ponerle nombre original, me quedo con “Chicks=trouble”, “Goin´out swinging”, “Down at the whisky” o el single “Saints of LA”, aunque todo el disco merece la pena obviando quizás un par de temas que siempre son mas flojos en todo disco de MÖTLEY, como ha reconocido el propio Mick Mars. De todos modos, son trece temas absolutamente dentro del espectro estilístico y musical de MÖTLEY CRÜE, y que podíamos definir como una hipotética mezcla entre el estilo de los tres más recientes (los del recopilatorio “Red, white and Crüe”) y un toque más clásico a medio camino entre “Shout at the devil” (por el punto más crudo y “punkroquero”) y “Dr Feelgood”, pero con la consiguiente y relativa actualización comentada.

Pues cerramos sin darle más vueltas: nuevo disco de MÖTLEY, sonrisa en la cara de todos los fans y perfecta adaptación a los tiempos actuales pero sin perder identidad, como debería ser en todos los nuevos discos de bandas legendarias. (David Esquitino)